martes, 10 de julio de 2012

Soy superviviente de cáncer.

Uenas!! Ante todo me presento... Me llamo Juanma, tengo 19 años, soy de un pueblo de Sevilla, llamado Lebrija, Y BUSCO NOVIO! Si... Quiero un novio.

Después de ver la serie "Pulseras rojas", adaptación doblada al castellano de la serie catalana "Polseres vermelles" tuve una idea. 

Esta serie habla sobre seis chicos, los cuales están enfermos. Uno está en coma, dos de ellos tienen cáncer y tienen una pierna amputada, otro enfermó de repente de corazón, otro está en coma, aunque es indispensable para el grupo, y por último la chica, que tiene bulimia y reniega de comer.

De lo que quiero hablar es, sobre la inspiración que me produce los dos chicos con cáncer, y mi experiencia con el. Mi idea es acercaros mi experiencia con el cáncer, porque yo, con tan solo 18 años, superé uno.

Los que me conozcan, sabrá que nunca tuve cáncer, que es mentira lo que acabo de decir, y claro, ellos llevan razón, pero yo, a mi forma de pensar, también la llevo, puesto que yo también superé la barrera del cáncer.

El cáncer a día de hoy nos afecta a todos. El cáncer, es esa dichosa enfermedad que nos hace perder el pelo, vomitar por doquier, y tener la autoestima de la altura de una hormiga.

El cáncer me llegó de repente. Una mañana, llegó mi madre entre lágrimas, confesándome que un médico le comentó los resultados de una pruebas, las cuales desvelaban que en una parte del cuerpo, habitaban dos tumores cancerígenos, que ni crecían, ni disminuían, pero estaban ahí y no se iban a marchar.

Entre lágrimas me siguió contando, que eran demasiado pequeños como para tener que intoxicar el cuerpo con radioterapia, y ni mucho menos con la quimio. La dichosa quimio, lo cual me produjo un bajón de miedo. Simplemente habría que operar, extraer, y tener muchas ganas de curarse. Aún así, a pesar de hacer calor puesto que hacía poco que la primavera llegó, sentí los pies entumecidos, y sentí también como el frío del momento recorría mi cuerpo. ¡Y como para no hacerlo! ¡Me había dicho en toda la cara que tenía cáncer! 

En esos momentos de después de saberlo, la vida es diferente. Te hace pensar, te hace recapacitar en muchas cosas. La familia se une, los amigos no se quieren separar de ti. Todo son mensajes de apoyo. "Todo saldrá bien", te dicen gente que no viven esta dichosa pesadilla tan de cerca como yo la viví. Te sientes especial. Te sientes bien. Y después de un rato, te vuelves a sentir mal, puesto que la enfermedad sigue ahí. 

La noche es lo peor. En la noche llegan los fantasmas. Esos fantasmas que tanto daño hacen. Estos fantasmas son solo meros pensamientos negativos, los cuales se hacen tus enemigos, y no te dejan vivir. Estos fantasmas se apoderan de tu mente y te hacen ponerte en el peor lugar del mundo: la muerte. 

Lo pensamientos nocturnos no te dejan dormir, te hacen aumentar el insomnio y lo único que te hace relajarte es fumar un cigarro en el baño. Con el paso de las horas, te molesta la luz del sol. Despiertas con sueño, te aferras a un nuevo día con la autoestima intacta.

Tiempo después de tantos llantos y tantos quebraderos de cabeza recibí una carta del hospital. En ella se daba cita para la operación. Pareces que aprendes a vivir con el y con el tiempo inconscientemente crees que no harán daño, pues los llegas a olvidar. Pero cuando llega el día de la operación, la cosa cambia. Todavía recuerdo como cuando mi madre me repetía una y otra vez en la sala de espera del hospital:

-Juanma, vámonos, tengo mucho miedo de lo que pueda pasar en el quirófano. 

Y yo, tristemente le decía:

-Ya no hay vuelta hacia atrás, tenemos que seguir adelante. La operación ya está programada. No voy a consentir que el cáncer llegue a mas. 

Cuando llegamos a la habitación, mi madre comenzó a llorar de nuevo. Esta vez como una niña pequeña. La mujer enferma que nos acompañaba en la cama me preguntó que pasaba, y le comenté lo que sucedía. Ella, junto a su acompañante, se echaron a reír. Acto seguido, ella le comentó:

-Yo también pasé por eso. Por no irnos muy lejos, fue ayer mismo. Me cortaron el pecho, y hace mas de veinte años, me cortaron el otro. Aquí estoy yo, deseando de curarme. Tu tranquila, que todo pasará rápido.

Acto seguido, esa mujer, sin apenas fuerzas, se bajó de la cama, y se fue a abrazar a mi madre. Lo cual, mostró un gran gesto por su parte.

Al día siguiente, el cirujano, nos explico en que consistiría la operación. Me daba miedo lo que me estaba contando, pero aún así, quería saber como sería esa intervención. Y lo reconozco, reconozco públicamente que pasé mucho miedo. En apenas cinco minutos, llamó a un celador, este sacó la cama al pasillo, y nos paseó por distintas plantas del hospital, hasta que llegamos a la puerta del quirófano... Se hizo el silencio. Después de un rato sin abrir la boca para nada, se rompe por fin esa ausencia de sonido, nuevamente por lo mismo... El llanto de mi madre. 

De pronto, sale el cirujano de una puerta al que teníamos el acceso restringido, y sin mediar palabra agarra la cama, y se la lleva hacia dentro, como quién no quiere la cosa, sin poder despedirnos de ella. 

Hasta ese momento, la última vez que vi a mi madre fue en la puerta de quirófano, estaba intentando acercar su mano para intentar tocarnos a alguno de sus familiares, siendo este un intento en vano. 

Las puertas se cerraron con la intensidad de piedras gigantescas cayendo. Fue en ese momento cuando me di cuenta, que estaba a solo unas horas de curarme del cáncer, que solo unos meses antes me confesaron que tenía.

Esto es todo una metáfora. Esto es todo mentira y todo real al mismo tiempo. Miento al decir que sobreviví al cáncer. La palabra que tendríamos que utilizar sería "SOBREVIVIMOS". Hace como dos meses que mi madre está curada de dos tumores, uno en cada ovario. Fueron estos los que no le permitieron poder coger una regadera grande, para regar las plantas. Tampoco les permitieron sostener las bolsas de la compra. Tampoco le pudo permitir volver a ser madre. 

¿Sabéis que es lo que nunca dejé de hacer? Dar ánimos. NUNCA dejéis sola a alguna persona con cáncer. Lo que mas necesitan las personas con cáncer, es apoyo, y un buen hombro donde llorar.

A día de hoy, yo he superado un cáncer, el de mi madre. 

¿Por qué digo que yo lo he superado? Es meramente que uno no es víctima solo por estar enfermo de ello, es por que TODOS padecemos el cáncer, todos lo asimilamos, todos lloramos, todos reímos con el cáncer, y lo mas importante. TODOS DEBEMOS SOBREVIVIR AL CÁNCER. Porque es una enfermedad que nos afecta a todos.

Si has llegado hasta aquí, mira en tu pasado, y mira a esa persona enferma, que aunque viva o no, párate a pensar, lo feliz que fue contigo todo el tiempo que estuvo enferma, y el tiempo que mirándote a los ojos, se olvidó de su enfermedad, y fue feliz.



1 comentario:

  1. Uauuu...!!!! Me has hecho llorar.....
    yo también sobreviví a un cáncer junto a mi tía.... y de esto va hacer ya dos años, pero por mala suerte ella no sobrevivió... el cáncer se la llevó...
    Me alegro que tú y tu madre hayan sobrevivido! :)
    Me encantó lo que escribiste, lo haces muy bien!
    Un saludo desde http://pasossilencioseinspiracion.blogspot.com.es/
    Espero verte en mi blog!! ^^
    P.S.:Te sigo, vale?? Ah! Y cuando tengas banner te afilio. Haces tú lo mismo?

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